Partitura, los movimientos que hechos durante una noche de sueño fueron grabados en video y luego traducidos en una partitura escrita.
Fueron cuarenta y cinco movimientos en total y los dividí entre diez posiciones para dormir y treinta otros movimientos.
Estableciendo estos movimientos como un patrón según el cual se acomodó una serie de dibujos de algunos tachones y garabatos realizados en mi cuaderno de notas durante momentos de duda o equivocaciones, los mismos fueron utilizados para producir sonidos siguiendo las líneas trazadas a mano, con la aguja de un tocadiscos, haciéndolos funcionar como unidades de sonido.
Bocina, una bocina fue modificada para que las vibraciones que se originan cuando se reproduce un sonido entre en contacto directo con las telarañas, al dispositivo se le pueden colocar pequeños cables de cobre, amarrados de un alambre que está pegado por su otro extremo a la bocina, el lado contrario de estos cables se pone en las telarañas haciéndolas vibrar cuando se reproduce el sonido en la bocina.
Telarañas, surge de la exploración realizada con el fin de establecer la acción comunicativa especifica. Se hizo una serie fotográfica de varias telarañas ubicadas en el entorno urbano, que develan pistas de la forma en que estos animales usan y entienden un espacio que compartimos con ellos.
Si se puede ejercer una especie de antropología del presente mediante el uso social de los objetos encontrados, entonces tal vez el uso que le dan los animales a objetos producidos por el ser humano, en este caso la ciudad y la forma que las arañas usan el espacio urbano, puede servir para profundizar en la relación de las dos formas de vida. El artista ejerce una función de colector de las experiencias de los otros individuos.